miércoles, 24 de abril de 2019

¿Y tú de quién erê?

Qué pregunta más tonta. Pues de mi mare y de mi pare ( o sólo de mi mare, o sólo de mi pare, o de mis mares, o de mis pares, o de mi abuela, o de mi tía, o de mi hermana, o...), que me han parío y me han criao, ¿no?
Y ellas, ¿de quién son?



Esta pregunta es muy usual en los entornos rurales del sur, y a mí me viene dando que pensar desde hace un tiempo. Por una parte, le veo un matiz de posesión (lo cual no es raro, porque hasta hace poco les hijes se consideraban propiedad de sus padres). Por otra, un reconocimiento de lo ancestral, de todas las que nos precedieron, y que han condicionado cómo nos vemos y presentamos ante el mundo. Lo que llamamos nuestra identidad.

La identidad se conforma por una serie de elementos, y a su vez, se manifiesta a través de ellos. Básicamente son:

-Sentimiento de pertenencia a un grupo
-Identificación de ese grupo con un territorio
-Posesión de una Historia común
-Vivir en unas realidades socio-económicas concretas

Esos cuatro factores se hacen tangibles mediante las tradiciones, creencias, valores y actitudes que ese grupo identitario comparte, y por las cuales se define (se constituyen como símbolos o marcadores de identidad), teniendo su origen en un mestizaje histórico y una vivencia cultural. Al ser una realidad común a un conjunto de individuos, se crean lazos de solidaridad entre ellos, porque se reconocen como iguales en estos elementos. De este modo, podemos decir que comparten una misma identidad.

Hay dos formas de entender la identidad: desde una perspectiva esencialista, o desde una perspectiva dialéctica. Los estudios antropólogicos y etnográficos que tanto se popularizaron en el siglo XIX la entendían más bien desde la primera posición, que defiende que es algo innato a una comunidad. En Andalucía podríamos identificarlo con lo que hemos dado en llamar salero o duende, que se tiene o no se tiene, y que si eres de aquí, lo más probable es que lo tengas. Esto implicaría que si has nacido en un sitio concreto, por mucho que desde tus primeros días de vida hayas vivido en otro, tendrás el carácter propio de tu lugar de nacimiento.
No obstante, estudios posteriores y, por qué no decirlo, más serios, abogan por la segunda opción, haciendo de la identidad una categoría de análisis. Los marcadores de identidad provienen y dan lugar a una memoria compartida, que acaba conformando una cultura, determinada por una existencia histórica sobre un territorio a través del tiempo.


[...] la cultura puede considerarse actualmente como el conjunto de los rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o un grupo social. Ella engloba, además de las artes y las letras, los modos de vida, los derechos fundamentales al ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias y que la cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Es ella la que hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos. A través de ella discernimos los valores y efectuamos opciones. A través de ella el hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto inacabado, pone en cuestión sus propias realizaciones, busca incansablemente nuevas significaciones, y crea obras que lo trascienden .

Definición de Cultura, "Conferencia Mundial sobre las Políticas Culturales", UNESCO, 1982
*Nota personal: vamos a pasar por alto esta vez la falta de perspectiva de género, porque claramente las mujeres participan de la cultura en la misma medida que los hombres. Y que nadie me diga que "el hombre" es neutro, hacedme el favor...

cultura
Del lat. cultūra.
1. f. cultivo.
2. f. Conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico.
3. f. Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc.
4. f. desus. Culto religioso.

Definición de "cultura" de la RAE, a 24/04/19
Ahora bien, una cultura debe identificarse con un pueblo para que se la pueda reconocer como tal. Consideramos que un pueblo es una entidad sociocultural compleja que comparte tiempo, espacio y cultura. Se trata de una construcción histórica que confirma su identidad a través de sus formas de adaptación geográficas, económicas e históricas. Esta identidad crea un sentimiento de identificación como pueblo, con una conciencia política sobre la existencia de la misma, que lleva a un deseo de existir en el presente y en el futuro, tratando de no diluirse en la globalización (esta es la problemática actual con la turistificación, la gentrificación, y demás males actuales que sacrifican lo identitario al mejor postor).

Por tanto, ¿podemos hablar de identidad andaluza? Rotundamente sí, puesto que el pueblo andaluz cumple con todo lo aquí explicado. Es más, el andalucismo está viviendo un momento de despertar a la conciencia política, a través del autorreconocimiento, la solidaridad y la reafirmación de una identidad andaluza (esto lo vemos con iniciativas como Er Prinçipito Andalûh, Feminismo Andaluz, o este humilde rinconcito), que puede hacerse de las más variadas formas. El problema es que nos encontramos con una serie de obstáculos, que son:
  • La ocultación de la historia andaluza y apropiación de sus símbolos para la españolidad (lo que llamamos "marca España")
  • La gran variedad de matices y acentos dentro del habla andaluza
  • La falta de educación, intencionada, sobre estos temas
No obstante, el tema de la identidad andaluza en sí lo veremos más adelante, que merece su propia entrada. Baste por ahora con decir que Andalucía existe como pueblo, cultural y políticamente hablando, por lo que tiene sus propias realidades y necesidades. Para empezar, que se reconozca. Porque lo que no se reconoce (lo que no se nombra), no existe. Y a eso vamos a ponerle solución, amiga.

Viva el salero,
viva la sal graciosa,
viva la sal graciosa de lo moreno.

Sevillana corralera (popular)

Bibliografía/Webgrafía

-Moreno, I (ed.) (2008): La identidad cultural de Andalucía, Sevilla, Centro de Estudios Andaluces
-Círculo de Lectores (2010): Dichos, refranes y trabalenguas, Barcelona, RBA
-Definición de cultura por la UNESCO
-Definicón de cultura por la Real Academia Española de la Lengua

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