domingo, 26 de mayo de 2019

Habla bien, habla'n andalûh (Parte segunda)


Nos encontramos, visto lo visto, con que el español de España tiene, en época moderna, dos modelos de habla, que según dicen reflejan el carácter de sus hablantes:


  • el modelo toledano, que constituye el koiné (paradigma o modelo ideal de una lengua) desde tiempos de los Reyes Católicos, y que tiende a ser conservador, imponiéndose como norma. Es sonoro y grave.
  • el modelo meridional (o sevillano-onubense), que reajusta sibilantes y hace uso de seseos y ceceos. Este se extendería por toda Andalucía, debido a la repoblación de muchos pueblos con gente procedente de las zonas occidentales andaluzas, como son Sevilla, Huelva y Cádiz. Es un habla ágil, vivaz y creativa.
Sin embargo, dentro de la propia Andalucía acabarían produciéndose también grandes diferencias regionales y locales en el habla. Tengamos en cuenta que de los cuatro grandes reinos andalusíes (Granada, Sevilla, Jaén y Córdoba), dos perderían su autonomía durante la Edad Moderna, quedando Granada (junto a Málaga, Jaén y Almería) como eje de la Andalucía oriental, y Sevilla (junto a Huelva, Cádiz y Córdoba) como eje de la occidental, cada una con sus correspondientes modelos lingüísticos. Esto sucedió, no obstante, con una diferencia temporal importante, ya que en el siglo XIII se conquista la parte occidental, y no sería hasta el XV cuando se haría lo propio con la oriental.

En la Andalucía oriental, la s tiene dos tendencias a final de palabra, que son la aspiración y la apertura vocálica, según zonas. En la occidental, se da una s predorsal en Sevilla y Cádiz (también en Málaga), una s coronal en Córdoba, una s ensordecida junto a las consonantes b/d/g (en Córdoba sólo cambia, en este caso, el timbre vocal), y un seseo o ceceo, según zonas (el seseo es más propio de Sevilla capital, y el ceceo, a grandes rasgos, de Cádiz, Huelva y provincia de Sevilla).

Imagen procedente de Wikipedia.org


Sería precisamente el habla meridional, el habla andaluza, el que se extendería a América. La mayoría de los marineros y repobladores que se embarcaban hacia el Nuevo Mundo tras su "descubrimiento" eran andaluces, que tras recalar en Canarias (de ahí la similitud en acentos entre nuestras comunidades), continuaban su viaje transoceánico. De hecho, dos tercios (el 60%) de quienes hacían dicho viaje eran mujeres del antiguo reino de Sevilla. Podemos notarlo en los seseos, las aspiraciones de las eses implosivas, los yeísmos, y otros elementos lingüísticos típicamente andaluces (ahora los veremos mejor), y muchos de ellos, en concreto, sevillanos. No en vano Sevilla era Puerto de Indias en la época, foco económico y cultural, y más adelante lo fue Cádiz. Las influencias de dichas regiones, unidas a particularidades flamencas, alemanas, italianas (debidas al trasiego de comerciantes extranjeros que venían a parar a estas ciudades), junto a arabismos, andalucismos y elementos calós, se dejan notar en las hablas latinoamericanas.

Carbonero nos dice, a este respecto y sobre la importancia cultural de las modalidades lingüísticas, que:
[...] en el habla de Sevilla, esta verdad adquiere dimensiones especiales, debido a las circunstancias históricas que vivió la ciudad en una época decisiva del desarrollo del español como lengua universal. El prestigio económico, social y cultural de la Sevilla renacentista pudo provocar una conciencia lingüística segura de sí misma, que hizo de ella un foco de resistencia frente a la normalización castellana y de propagación a los nuevos horizontes que se abrieron con la aventura del Nuevo Mundo. Conocer el pasado ayuda a conocer mejor el presente.
Carbonero, P. (1982): El habla de Sevilla, p. 13

Encontramos aquí las razones históricas y contextuales que Antonio de Nebrija en su día utilizara para publicar su gramática. Entendamos que al decir "habla de Sevilla" se refiere a todo el habla meridional, al que denomina como tal por las razones históricas ya mencionadas. Es, en general, un habla con una articulación fonética más relajada que la castellana, aunque más avanzada (por la aspiración de la j, la convergencia de s/c/z en ç, y la desaparición de eses y consonantes finales) y con mayor variedad de matices.
De hecho, muchos lingüistas aseguran que el andaluz, junto al francés, son las lenguas románicas más evolucionadas. En el caso del andaluz, se compensan sus "economías" con un léxico y una gramática más arcaizantes.

En la siguiente entrada hablaremos de las características del habla andaluza.

Lee aquí la tercera parte

Webgrafía/Bibliografía

-Definición de dialecto en definicion.org
-Apuntes sobre el idioma tartésico en Wikipedia
-Apuntes sobre toponimia en rodas5.us.es
-Sobre el Diálogo de la lengua
-Gutiérrez Araus, Mª.L. et al (2007): Introducción a la lengua española, Madrid, Editorial universitaria Ramón Areces
-Vaz de Soto, J.Mª. (1981): Defensa del habla andaluza, Sevilla, Edisur y Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía
-Carbonero, P. (1982): El habla de Sevilla, Sevilla, Servicio de Publicaciones del Ayuntamiento de Sevilla

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